La Conducta de un verdadero Cristiano

martes, 2 de septiembre de 2008

Dios desea que el carácter de cada creyente sea hecho “conforme a la imagen de su hijo” Romanos 8:29. Las personas que reciben a Cristo son ahora participantes de la naturaleza divina 2Pedro 1:4. Su viejo yo, ha sido remplazado por el Espíritu Santo que mora ahora en él, quien le imparte un nuevo corazón y una nueva manera de vivir Romanos 8:9-17; Efesios 4:22-24. El nuevo hombre, que refleja el amor y la pureza de Cristo, desea pensar, hablar y actuar como su Señor. Y siendo que Cristo vive su vida en el o a través de la persona Gálatas 2:20 esta se viste y actúa de forma que Cristo aprueba y el espíritu Santo lleva progresivamente a esa persona cada vez más cerca e la imagen de Cristo 2Corintios 3:18.
Hay dos importantes pasajes en la Biblia del NT que se refieren a la vestimenta tanto para los varones y mujeres cristianos: 1Timoteo 2:9; 1Pedro 3:3-5.

¿Inmersión o Aspersión?

Alguna vez nosotros nos pusimos a pensar ¿Por que Juan el Bautista iba a bautizar al río Jordan? (Mat 3:6) no será para que pueda sumergir a la persona del todo, entonces por que otras costumbres optan por el bautismo de aspersión (esparcir en menudas gotas un líquido sobre la cabeza).

Sin duda poniendonos a ver detenidamente, el bautismo es por inmersión que representa la sepultura de una vida de pecado a una nueva vida. Esa experiencia incluye el dejar el pecado y recibir el perdón y una nueva vida en Cristo. Pablo escribió: “Por que todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos” (Gal 3:27).

¿Muerte o Descanso?

El significado de muerte recorre por los pensamientos de muchos, peros sin saber realmente lo que significa. La muerte no es una aniquilación completa, es solamente un estado de inconciencia temporal mientras la persona espera la resurrección en la segunda venida de Jesús. La Biblia llama repetidamente a este estado intermedio un sueño, como en el caso de la hija de Jairo, el mismo Jesús le dijo que ella duerme (Mat 9:24), pues tambien nosotros los cristianos esperamos ansiosamente su venida (Tito 2:13).